Una historia de amor que nació entre cámaras
Ricardo Montaner y Marlene Rodríguez Miranda han construido una historia de amor como salida de telenovela, pero real. Se conocieron en los años 80, cuando él apenas comenzaba a firmar su carrera como cantante y ella trabajaba como directora de videoclips.
Lo que empezó como una relación profesional frente y detrás de cámaras, rápidamente se transformó en una conexión emocional y totalmente profunda.
El rápido flechazo entre grabaciones
Marlene no solo fue quien dirigió algunos de los primeros videoclips de Montaner, sino que también fue una de sus primeras compañera artísticas.
La admiración mutua entre ambos fue clave en el inicio de su relación, Ricardo ha confesado en muchas entrevistas que se enamoró de su inteligencia, sensibilidad y forma de ver la vida.
Un matrimonio a prueba de todo
La pareja dio el paso al casamiento en 1989, y desde entonces, su unión ha sido una de las más firme del mundo del espectáculo.
Lejos de los escándalos o las rupturas comunes en el medio, la pareja ha mantenido una relación basada en el respeto, la fe y la complicidad ,donde también son padres de cinco hijos ,Alejandro, Héctor, Ricky, Mau y Evaluna, quienes han seguido los pasos artísticos de sus padres con éxito.
El gran secreto y creencia familiar
Ricardo ha dicho en varias ocasiones que el secreto de su amor con Marlene es poner a Dios en el centro de su relación.
Ambos comparten una profunda espiritualidad que ha guiado a sus decisiones familiares y personales, además de la comunicación continua y la admiración mutua han sido pilares fundamentales para mantener viva la chispa del amor.
La pareja conmueve a todos con su increíble compañerismo
Marlene no solo ha sido su esposa, sino también su socia creativa, su directora visual, y una de sus mayores impulsoras.
Juntos han creado una familia que hoy es un ícono en América Latina, no solo por su talento musical, sino por el mensaje de unidad y amor que representan.
