Luka Modrić, 40 años de magia y humildad.

Llegar a los 40 años es especial para cualquier persona, pero cuando se trata de un futbolista que todavía deslumbra dentro de la cancha, el hecho se convierte en histórico. Luka Modrić celebró su cumpleaños rodeado de fútbol, pasión y familia. En el triunfo de Croacia por 4-0 frente a Montenegro, el eterno capitán no solo jugó, sino que volvió a mostrar su clase con una asistencia que arrancó aplausos.

Una fiesta con su hinchada y su familia

El momento más emotivo llegó después del pitazo final. Los cánticos de la afición croata retumbaron en el estadio, mientras Modrić, con una sonrisa imborrable, compartía el césped con quienes más ama, su esposa Vanja y sus tres hijos, Ivano, Ema y Sofia. En un instante que rápidamente se volvió viral, el mediocampista se puso a jugar con ellos en el campo, demostrando que más allá de los títulos, su mayor orgullo es ser padre y tener una familia hermosa que siempre lo acompaña.

Celebración íntima y homenajes globales

En el vestuario lo esperaba un pastel, detalle sencillo pero cargado de afecto de parte de sus compañeros. Y como era de esperar, las redes sociales explotaron con mensajes de admiración: la Federación Croata, miles de fanáticos y medios internacionales como Bleacher Report volvieron a recordarle al mundo que Modrić está en el Olimpo del fútbol, considerado uno de los mejores mediocampistas de todos los tiempo.

El silencio que sorprendió

En medio de tantas felicitaciones, hubo un detalle que llamó la atención, el Real Madrid, club con el que levantó Champions y conquistó el Balón de Oro, no publicó un saludo oficial. La ausencia generó debate entre hinchas y periodistas, aunque nada logró opacar la magnitud del homenaje vivido en Croacia.

Un legado que trasciende el tiempo

A los 40 años, Luka Modrić no está cerrando un capítulo, sino confirmando que la pasión no entiende de calendarios. Sigue siendo líder de su selección, modelo para nuevas generaciones y símbolo de que la grandeza se mide tanto en títulos como en valores. Su fútbol sigue siendo eterno, y su historia, una inspiración para todo aquel que cree que los sueños no tienen fecha de vencimiento.