Un papá que no se despega de la pelota.

Lionel Messi ya conquistó todo lo que un futbolista puede soñar, pero hoy su mayor orgullo pasa por otro lado, acompañar de cerca el crecimiento de sus hijos. En una reciente entrevista, el capitán del Inter Miami abrió su corazón y contó cómo ve a cada uno en la cancha.

Los tres, fanáticos del fútbol.

Desde su llegada a Estados Unidos, Leo encontró un equilibrio que le permite disfrutar más de la vida familiar. Sus hijos entrenan en la academia del Inter Miami y, según él, no paran un segundo de jugar. “Están todo el día con la pelota, ahora les empezó a gustar mucho, antes no era así”, confesó entre risas. Aunque aclaró que aún son chicos y no hay presiones, lo importante ahora es que se diviertan.

El estilo de cada uno.

Messi describió a sus hijos como si analizara rivales dentro de la cancha.

De Thiago dijo que es más pensante, un organizador nato con mirada de mediocampista. Mateo, en cambio, tiene alma de delantero,siempre busca el gol y se mueve con picardía cerca del área. Ciro, el más pequeño, se destaca por ser explosivo, encarador y amante del uno contra uno. Tres estilos diferentes, pero con la misma pasión heredada.

¿Habrá un heredero del 10?.

Con una sonrisa, Messi evitó elegir a un favorito para no generar reclamos en casa. Prefiere que el tiempo hable y que cada uno trace su propio camino. Por ahora, lo disfruta como papá y como hincha de ellos. Lo cierto es que, aunque aún falta mucho, el legado ya está sembrado: el apellido Messi seguirá ligado al fútbol por varias generaciones.