Alejandro Sanz, además de cantarnos al alma, también sabe cómo emocionar con gestos que van más allá del escenario. En una entrevista reciente, y aprovechando el Día del Padre, el artista abrió su corazón y contó una anécdota que no muchos conocían… y que probablemente te saque una sonrisa (o una lagrimita). (VER VIDEO AL FINAL DEL ARTÍCULO)
Resulta que su papá siempre fue fanático de los Mercedes-Benz, aunque en la vida real solo manejaba autos modestos, de esos que cumplen pero no brillan. Sin embargo, él hablaba de los Mercedes como si fueran joyas sobre ruedas, casi con el respeto con el que se habla de una reina.
Entonces, cuando Alejandro empezó a generar sus primeros billetes con la música, no se lo pensó dos veces: fue directo y le compró a su padre el coche de sus sueños. Pero eso no fue todo… porque la entrega también fue especial. Nada de shows o cámaras: eligió un momento simple, cotidiano, de esos que nadie ve venir… y ahí, El regalazo.
La emoción de su padre fue indescriptible. Un sueño cumplido. Un deseo que esperó toda la vida… y que su hijo logró hacerlo realidad.
Una historia que no se olvida y que, más allá del auto, habla de amor, gratitud y de devolver con cariño todo lo que nos dieron.
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